Cerda

Linaje castellano cuyo origen radica en el infante Fernando, hijo primogénito de Alfonso X el Sabio. La rama mayor parte de dicho infante y de su matrimonio con la princesa Blanca de Francia. Líneas de esta rama ostentaron títulos de señores de Lara, señores de Villoria y de Lunel; de esta rama mayor, Isabel de la Cerda, I condesa de Medinaceli por su matrimonio con Bernardo de Foix o de Bearne, pasaron sus descendientes a representar, con dicho título, la segunda gran rama de este linaje, siendo los condes y duques de Medinaceli, condes del Gran Puerto de Santa María y marqueses de Cogolludo; del primogénito Luis de la Cerda, III conde de Medinaceli, sale la línea que ostentó el título de señores de Pioz, de Atanzón y Torrecuadrada; de los hijos habidos en el matrimonio de Gastón de la Cerda, IV conde de Medinaceli, y la señora de Cogolludo, se formaron por una parte la línea de los señores de Miedes y Mandayona, y por la del primogénito al añadir al linaje el título de I duque de Medinaceli y I conde del Gran Puerto de Santa María; uno de sus descendientes, Gonzalo de la Cerda y de la Lama, fue IV marqués de Larda, e hizo la línea de los marqueses de dicho título, después, por alianzas, condes de Baños. La segunda gran línea de esta segunda rama llevó los títulos de marqueses de la Laguna de Camero Viejo y de condes de Paredes de Navas; uno de los descendientes, Joaquín María de la Cerda y Téllez-Girón, fue por su matrimonio conde de Parcent y fundador de la línea de dicho titulo; a principios del s. XIX esta segunda línea de la casa de la Cerda se refundió con la de los condes de Oñate. Hubo varias líneas en Chile procedentes de las líneas creadas por Cristóbal de la Cerda, relator de la Real Audiencia de Méjico en el s. XVI, y Melchor Messía de la Cerda, vecino de Jaén y cuyos descendientes, en el primer tercio del s. XVII, pasaron a Chile.