Tulga

Vida y reinado

En el VI Concilio de Toledo, celebrado en enero de 636, Khíntila había tomado una serie de medidas orientadas a reforzar la cohesión de la nobleza visigoda, insistiendo en la debida fidelidad al rey y en la proclamación del anatema para los usurpadores, con lo que se quiso asegurar la sucesión al trono de su hijo Tulga. Éste, sin embargo, se vio incapaz, al parecer por su corta edad y su falta de carácter enérgico, de imponer la autoridad real a una nobleza dispuesta a tomar las riendas del reino y poco intimidada por las condenaciones de los concilios toledanos.

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