Características generales En el segundo caso, según el flamencólogo Domingo Manfredi, podría tratarse de las siguiriyas de tres versos. El cantaor Pepe el de la Matrona, por su parte, apuntaba la posibilidad de que durante un tiempo a toda copla flamenca se la llamase “playera”. Otras fuentes sostienen que es un estilo de transición entre la toná, base del cante junto al primigenio romance, y la siguiriya, al que ésta fue absorbiendo hasta provocar su desaparición. Esta teoría es la más acreditada e integra la siguiriya dentro del grupo de las tonás, del que progresivamente se fue alejando al adquirir personalidad propia y, sobre todo, al incorporar el acompañamiento de la guitarra, del que carecía en un principio.