Parque natural del delta del Ebro

Entre la punta del Fangar y la playa de la Marquesa se encuentra el campo de dunas más extenso del Delta, que, además, es uno de los más importantes de todo el litoral catalán. La arena que da cuerpo a las dunas es un medio extraordinariamente inestable y poroso, por lo que es incapaz de retener el agua. Esto hace que las plantas capaces de crecer en tan incómodo sustrato sean escasas. En consecuencia, las comunidades vegetales que se asientan están formadas por plantas muy resistentes a la escasa humedad edáfica, al azote del viento y al permanente movimiento de las arenas. Las especies más representativas de este grupo son timeleáceas como la bufalaga hirsuta (Thymelaea hirsuta) y gramíneas como la arenaria o borró (Ammophila arenaria). Estas plantas crecen formando cepellones o matas que presentan un importante desarrollo de las raíces superficiales, para poder capturar la escasa humedad antes de que penetre entre los granos de arena y desaparezca en el subsuelo. Además, las raíces forman una extensa red que propicia el asentamiento del suelo, las arenas, ven dificultado su movimiento y acaban por formar un sustrato más estable que, pasado el tiempo, permite la colonización de otras especies. Junto a estas especies, que se pueden considerar comunes en casi todas las zonas de dunas o en los arenales costeros, existen otras como Limoniastrum monopetalum, plumbaginácea, única población natural de Cataluña.