Parque Natural de Ancares

Introducción

Territorio sit. entre las provv. de Lugo y León al que da nombre la sierra de los Ancares, localizada en la divisoria provincial, donde se encuentran las cumbres de Miravalles (1.929 m de alt.), Mons-tellar (1.924 m), Cuerno Maldito (1.847 m), Peña Rubia (1.826 m) y Penalonga (1.890 m). El parque natural se extiende en las laderas E. y O. de la columna vertebral que constituye dicho macizo, al O. de la Cordillera Cantábrica, y desde el pico de Miravalles, en el límite con Asturias hasta el puerto de Pedrafita (1.100 m). Limitado por la sierra de Campoliares al N., la com. del Bierzo al SE., y el valle del río Navia al O. Posee una extensión de 103.400 ha, de las que 59.400 corresponden a Lugo y 44.000 a León, y ocupa los munn. de Cervantes y Navia de Suarna (Lugo), y los de Candín y Villafranca del Bierzo en León. La sierra de los Ancares y la de Caurel ponen en contacto la Cordillera Cantábrica con el Macizo Gállego. El territorio es una muestra de la unión geográfica entre Galicia, Cantabria y León. La sierra presenta una continuidad de grandes bloques de falla en cuyas cumbres aparecen aplanamientos de viejas penillanuras. El extremo N. del parque se localiza en la zona meridional del mun. asturiano de Ibias, en la sierra de Campoliares, que limita la prov. asturiana con la leonesa. Las laderas septentrionales entroncan con la meseta de Lugo. En las cumbres de la sierra de los Ancares nacen numerosos riachuelos y arroyos que discurren encajados entre terrenos montañosos hacia los ríos de cauces superiores. Por la ladera oriental descienden los ríos Lamas, Balboa, Tejeira, Porcanizas, Burbia y Cuiña, tributarios del río Sil, en la vertiente atlántica; en las derivaciones occidentales tienen su nacimiento el Rao, Set y Vara, que desembocan en el Navia y Cervantes, en la cuenca cantábrica. Este territorio circunscrito a la sierra de los Aneares está formado por materiales cámbricos y cámbricos-or-dovídicos del Paleozoico de sedimentos marinos de pizarras y calizas, con aparición de cuarcitas en los picos más elevados. Los suelos son del tipo ránker-tierra parda. Existen algunos afloramientos de rocas de tipo básico que originan un suelo alcalino. El clima es oceánico aunque las diferencias notables de altitud determinan una variación térmica y pluviométrica importante. Las temperaturas medias son de 0 a 2° en enero e inferiores a 16° en julio, aunque en las cumbres se alcanzan valores muy inferiores. En las cumbres de la sierra, en el límite interprovincial, las precipitaciones anuales superan los 1.600 mm y el índice pluviométrico desciende conforme se avanza tanto en la ladera oriental (León) como en la occidental (Lugo) hasta los 1.200-1.400 mm en los límites E. y O. del parque. En los Aneares se inicia el territorio más elevado de la Cordillera Cantábrica. La zona leonesa localizada en las ladera de Peña Rubia y Mustallar presenta pronunciados cortes en vertical entre los que discurren arroyos que forman estrechos valles en forma de “uve”, de entre los que destaca el valle de Aneares, formado por el río homónimo que nace en la sierra de la Corredoira, en el extremo septentrional del territorio. Los estrechos valles concurren con las fuertes pendientes y cortes, en los que a pesar de la poca extensión de las zonas aprovechables se cultivan cereales, patatas y plantas forrajeras. El territorio gallego presenta un relieve mucho más suave que el leonés, con elevaciones inferiores y valles más amplios. Es una de las pocas áreas europeas que conserva sus características primitivas y constituye una muestra de la supervivencia de algunas de las especies vegetales y florales en extinción en el resto de la Península Ibérica, por lo que es una importante reserva tanto por su originalidad como por la diversidad. En este territorio crece vegetación de monte bajo, como piornos, brezo, arándanos y gencianas y grandes extensiones de bosques de robles, castaños, pradairos, avellanos, abedules y acebos. La flora del parque de Aneares posee las características propias de la zona de transición entre las especies cántabras y algunas pirenaicas, de las que es ejemplo el Ly-copodium clavatuM. Las hayas son escasas y en el piso que en la Cordillera Cantábrica está ocupado por este árbol, es substituido en los Anca-res por el abedul,Betula celtiberica, entre los 1.400 y los 1.550 m de alt. Por encima de los 1.600 m crecen las uceiras y los piornales que protegen el suelo de la erosión, y pastizales de altura en las cumbres, principalmente de las especies de Festuca indigesta y Nardus stricta. En los valles predominan los avellanos, fresnos, alisos, álamos y sauces. En las laderas de solana crece el rebollo. A la riqueza vegetal y floral de este territorio se suma el interés que posee la fauna que habita en la zona, donde conviven especies de procedencia septentrional con otras de origen mediterráneo o atlántico. Entre los mamíferos figuran el corzo, el jabalí, el ciervo y el gamo. Las aves más frecuentes son el urogallo, la perdiz roja y la pardilla y el faisán. En estos montes anida la arcea becada o chocha, especie septentrional que inverna en la Península Ibérica. Los mamíferos son los que representan mejor las peculiaridades de la zona como territorio límite de ciertas especies septentrionales. Entre ellos figuran el topillo bermejo, el ratón gor-guiamarillo, el rebeco y la marta. Perviven carnívoros como el lobo, el oso, el armiño y la ardilla. Insectívoros y roedores. El acebo constituye una de las fuentes principales de alimento de muchas especies durante el invierno ya que los bosques son de hoja caduca. Han desaparecido ejemplares habituales como el águila real y el ciervo. Existen veintisiete especies de anfibios, entre las que destacan la salamandra, la rana, numerosos tipos de lagartos y serpientes, todos ellos especies de la zona septentrional. Truchas en los riachuelos, en los que existe libertad de pesca a excepción de los ríos Navia, último tramo del Cervantes o Cancelada, Valcarce y Ancares. Reservas nacionales de caza. En 1971 la Dirección General del Patrimonio Artístico y Cultural declaró este territorio como Paraje Pintoresco y Reserva Nacional. Las localidades pertenecientes a este parque se encuentran ubicadas en las laderas montañosas. La zona posee muestras de interés etnográfico como son las pallozas o pallazas, chozas primitivas de planta circular y origen celta, con muros de granito o pizarra y cubierta cónica de paja. En la prov. de Lugo presentan la particularidad de una vivienda adosada que hace que la construcción no posea todo el tipismo tradicional. En el interior de estas viviendas todos los aposentos de la casa se encuentran en torno al hogar o lareira. Densidad de población inferior a 10 h/km2.

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