José María Forn Costa

Cursó estudios universitarios y fue director de la revista Panorama literario. Desde 1948 trabajó como meritorio, script y ayudante de dirección hasta que en 1955 realizó su primer largometraje, Yo maté, al que siguieron La rana verde (1957), El inocente y Muerte al amanecer (1959). Después de una serie de películas de vocación decididamente comercial (La vida privada de Fulano de Tal, 1960; Pena de muerte, 1961; Los culpables, 1962; Bajo la lluvia; La ruta de los narcóticos, 1942; José María, 1953; La barca sin pescador, 1964) en 1967 dirigió La piel quemada, película adscrita a un cierto realismo social, en la que abordaba sin concesiones la llegada de la inmigración andaluza a Cataluña, que se erigió en una cinta emblemática de la historia del cine español durante el franquismo. Por su guión recibió la Medalla del Círculo de Escritores Cinematográficos.