Inglaterra. De Enrique VIII a Isabel I

Introducción

En 1509 subía al trono de Inglaterra el joven Enrique VIII. Su llegada se presentaba bajo los mejores auspicios. El rey era joven y poderoso, era piadoso y devoto, y también gustaba de las alegrías de la vida. Excelente atleta, se apasionaba con los torneos y la lucha, y no dudaba en batirse contra adversarios difíciles. Tenía siempre un formidable apetito y le entusiasmaban los jolgorios. Pero asimismo se interesaba profundamente por las actividades culturales (escribía poemas y los musicaba) y los poetas tenían buena acogida en la corte. En una palabra, Enrique VIII era un verdadero príncipe del Renacimiento. Igual que en Francisco I o Julio II, las dotes físicas, el placer de vivir, la finura de espíritu se reunían en este personaje, cuyo provocativo lujo no se oponía a su fe simple y profunda.

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