Humorismo

Generalidades

No se suele dar éste puro, sino impregnando concepciones esencialmente críticas, eticistas, de la sociedad española. El humorismo español ha tenido siempre un cierto aire de desgarro, de «dolorido sentir», de rebeldía última frente a una realidad lastimosa. Ha tendido incluso a configurarse, muy a menudo, en el sarcasmo, en el brochazo grueso, deformante, esperpéntico. Una parte muy importante del humorismo español se integra en lo que W. Kayser estudió ya en su día bajo el nombre de Lo grotesco (Buenos Aires, 1964), y fue precisamente el humorismo de la pintura y literatura españolas lo que le impulsó a hacerlo. Las notas características de lo grotesco vendrían a ser un grado máximo de distanciamiento y de deformación, la intervención de los monstruos, de lo animal o de lo animalizado, de lo «cómco» o lo «cosificado», la mezcla de lo mecánico con lo orgánico, las marionetas y las máscaras, el tono macabro, tenebroso, la tendencia a lo delirante y a lo enloquecido, la brusquedad, la deshumanización, etc.

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