Hospedaje

Historia

Durante la alta Edad Media designò la obligación que tenía el vasallo de dar cobijo al señor, al rey y a su comitiva o séquito. Recibió distintas denominaciones —hospitium, hospedera, pausatoria, alberga, mansionaticum o parata— en las diversas zonas peninsulares. Solía ir unido al yantar (prandium), que obligaba a sustentar al señor y a sus enviados mientras estuviesen en la casa, y al conducho (conductas), prestación que obligaba a facilitar provisiones de viaje. Este servicio personal o derecho de albergue se convirtió pronto en público y quedó reglamentado en forma de recepción anual (receptio, receptum o recet); para evitar que el señor feudal tuviera que trasladarse al señorío, el receptum se transformó en un tributo en especie o en metálico y quedó fijado en una cantidad determinada.

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