Emilio Herrera Linares

Nació en el seno de una familia acomodada de tradición militar. Su abuelo, José Agustín de Herrera García y Gricelliz, publicó estudios sobre sistemas de fortificación militar que fueron muy bien acogidos en varios países de Europa a mediados del siglo XIX, siendo distinguido con diversas condecoraciones por el rey Federico Guillermo IV de Prusia y por Isabel II, y llegó a ser comandante militar de la capitanía de Granada. Su abuelo, Emilio Herrera Ojeda, fue también militar laureado, pero sobre todo muy inclinado hacia las innovaciones científicas y técnicas de la época, hasta tal punto que a él se debe la primera iluminación nocturna de la Alhambra de Granada con focos de arcos fotovoltaicos, además de algunas primeras experiencias con globos aerostáticos. Su madre, Rita Linares Salanava, por otra parte, estuvo vinculada al círculo artístico y cultural granadino de Manuel Gómez-Moreno y Martínez.