Diego de Ocaña

Vida y obra

Ingresó en el monasterio jerónimo de Guadalupe (provincia de Cáceres) en 1588, después de haber sido ordenado sacerdote. Se desconocen los estudios o la labor a que estaba asignado en dicho monasterio. Once años después, en enero de 1599, dicho cenobio decidió mandar a dos de sus religiosos a Ultramar, siendo elegidos con este propósito fray Diego de Ocaña y fray Martín de Posada. Su misión consistió en supervisar y difundir la devoción a la Virgen de Guadalupe a través de América del Sur, recoger los donativos que en aquellas tierras se hacían al monasterio y reglamentar su envío para el futuro para finalizar algunos abusos que se habían cometido con los mismos.

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