En 1907 inauguró una galena de arte en la calle Vignon de Paris, interesándose por las pinturas de Georges Braque, Juan Gris, Picasso, Fernand Léger, Maurice de Vlaminck, André Derain y Van Donguen, que cimentarían su fama y su prosperidad. Tras el secuestro y subasta de sus bienes en la I Guerra Mundial, debido a su ciudadanía aún alemana, en 1920 abrió una segunda galeía. La II Guerra Mundial le obligó a suspender sus actividades, a causa de su origen judío, hasta que, expulsados los alemanes, abrió una tercera galería, tan prestigiosa como las anteriores.
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