La mirlona, la mayor de nuestras currucas, se caracteriza por su muy distintivo y melodioso canto —que recuerda al del mirlo, y de ahí su nombre—, su oscuro antifaz —que contrasta con su garganta blanquecina— y su robusto pico. Se trata de un típico habitante de bosques mediterráneos aclarados y cultivos arbóreos (dehesas, pinares, olivares), y, a diferencia de otros de sus congéneres —que gustan más de matorrales cerrados—, prefiere moverse por las copas de los árboles y entre bosques abiertos. Curruca mirlonaSylvia hortensisIlustración del neerlandés John Gerrard Keulemans (1842-1912). Es la mayor y la más corpulenta de nuestras currucas. Tiene las partes superiores grisáceas y las inferiores blanquecinas. Emite un gorjeo melodioso que recuerda al del mirlo común (de ahí su nombre).Presenta una distribución amplia por la Península Ibérica, especialmente en la región mediterránea. Se encuentra ausente de Baleares y Canarias, y falta o escasea en la...