Supuesto complot ideado en 1618 por Pedro Téllez Girón, III duque de Osuna y virrey de Nàpoles, Alonso de la Cueva, marqués de Bedmar y embajador de Venecia, y Pedro Toledo, marqués de Villafranca y gobernador de Milán, para apoderarse de la ciudad de Venecia, que también contó, supuestamente, con la colaboración de Francisco de Quevedo, secretario político y hombre de confianza del virrey. Para llevarla a cabo, presuntamente, contaban con la participación de las tropas y la complicidad de mercenarios extranjeros que tenían que actuar el día de la festividad de la Ascensión (19-V) y ocupar los puntos neurálgicos de Venecia. Descubierta la trama, pocos días después, el embajador veneciano en Madrid, Pietro Gritti, reclamó a Felipe III (1598-1621) y al duque de Lerma la destitución del embajador de Venecia, el marqués de Bedmar, petición que fue satisfecha por el monarca y que se convirtió en uno de los mayores triunfos de la diplomacia veneciana. Según otros...