Cientos

Contribución que suponía un recargo sobre la de alcabala (impuesto indirecto castellano que gravaba el precio de los productos que se vendían o permutaban en un 10%). Historia El establecimiento de este aumento impositivo se debió a los problemas financieros que atravesaba el gobierno de Felipe IV y sirvió para contrarrestar la escasa o nula flexibilidad del régimen de encabezamientos. En 1639 las Cortes aprobaron un recargo del 1 % sobre la alcabala, proporción que se mantuvo en los años 1642, 1656 y 1665 (de ahí las denominaciones del tributo: “los cuatro unos por ciento” o “cientos”); de esta forma, el gravamen de la alcabala se vio aumentado en cuatro puntos y llegó al 14 %. En 1668 los cientos o unos se rebajaron a medios y en 1705 volvieron a cobrarse, por lo que hubo de establecerse la diferenciación entre cientos antiguos o primitivos y modernos o restablecidos. La libertad de comercio existente durante el reinado de Carlos III afectó a la...

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