Introducción También denominada astronomía física, es la ciencia que estudia la constitución y procesos físicos de los cuerpos celestes. Sus investigaciones se realizan a través del estudio y análisis espectroscópico de las radiaciones emitidas por los astros, por lo que existe una astrofísica de altas energías dedicada a las radiaciones X, gamma y ultravioleta, y otra de bajas energías, que se ocupa de las radiaciones cuya longitud de onda se puede captar desde la Tierra. La astrofísica teórica estudia la composición, estado y evolución de los objetos del cosmos como resultado de la interpretación de las observaciones y análisis espectroscópicos, para lo que se sirve de las leyes de la física. Una de las ramas básicas de la astrofísica es la cosmogonía, que trata del origen, la evolución y formación del universo y de los astros. La principal orientación de la astrofísica es la física solar, que mediante el estudio del espectro de la radiación emitida por el Sol permite investigar su rotación, manchas, granulación, campos magnéticos, zonas de convección, erupciones y protuberancias así como su génesis, evolución y producción de energía. Sus resultados, aplicables al resto de las estrellas por lo que contribuyen al avance de los conocimientos sobre el Universo, presentan un especial interés por las consecuencias que tienen los fenómenos solares en la modificación de las condiciones físicas de la superficie terrestre. Otros campos de investigación astrofísica son la composición, tamaño, temperatura, luminosidad, masa, densidad, distancias, desplazamientos, velocidad y evolución del gas estelar, de las estrellas, los planetas y otros cuerpos celestes. Todo ello ha conducido a la elaboración de hipótesis sobre la génesis, extensión y expansión del Universo. Además de los aparatos espectroscópicos, la astrofísica se ayuda de instrumental especializado como el telescopio, el interferómetro, el radiotelescopio y las sondas y los satélites espaciales.