Artiodáctilos

Caracteres generales y tendencias

El cráneo de los artiodáctilos recientes ha cambiado de forma, para dejar sitio a molares altos y para soportar la cornamenta. Los huesos del hocico son grandes y los parietales retraídos a la cara posterior del cráneo, donde se insertan importantes músculos del cuello. Como en los otros grandes herbívoros, las vértebras desarrollan grandes apófisis torácicas. Ciertos tipos pesados presentan una larga serie de costillas, permaneciendo así con tal estructura primitiva (hipopótamo), pero la tendencia general es a diferenciar una amplia y larga región lumbar, con apófisis transversas dirigidas hacia delante, que implica (como en liebres y conejos), una cierta aptitud para el salto, pero de manera distinta; en consecuencia, el isquion está muy bien desarrollado, para la inserción de los músculos y dicha función viene incrementada mediante los extensores del dorso, en las especies de terrenos montañosos (sarrio, cabras).

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