Se inició como jugador de baloncesto gracias a que estudió como interno en el Colegio Ramiro de Maeztu, de donde surgió el equipo del Estudiantes. En todo caso, el niño Díaz-Miguel tardó en decantarse por el baloncesto por su afición por el fútbol; su altura (1,85 m) fue decisiva en este sentido. Fue a partir de los diecisiete años de edad, coincidiendo con la creación del Estudiantes por parte de alumnos del Ramiro de Maeztu —donde proseguía sus estudios, ahora de bachillerato— para competir en el Campeonato de Castilla de 1951.
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